¡Hola! ¿Cómo andan? Yo comenzando tercero con más tareas que el año pasado por estas mismas fechas. Hoy querías dejarles los primeros párrafos de Harry Potter y la piedra filosofal y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Se me ocurrió que sería interesante mostrarle (a aquellos que no han leído estos libros) la forma de narración de Rowling, sé perfectamente que esto no lo demuestra ni por asomo, pero algo es algo.
Aquí va:
Harry Potter y la piedra filosofal → Capítulo I: El niño que sobrevivió
"El señor y la señora Dursley, del número cuatro de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran perfectamente normales y muy agradecidos por ello. Eran las últimas personas que uno esperaría encontrar involucrados en algo extraño o misterioso, porque no aceptaban esas tonterías.
El señor Dursley era director de una empresa llamada Grunnings, que hacía taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, pero con un bigote muy largo. La señora Dursley era delgada y rubia y tenía un cuello casi el doble de largo de lo habitual, lo que resultaba muy útil, ya que se pasaba la mayor parte de su tiempo estirándolo sobre las verjas de los jardines, para espiar a sus vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos, no había un niño mejor que él.
Los Dursley tenían todo lo que querían, pero también tenían un secreto, y su mayor temor era que alguien pudiera descubrirlo. No creían poder soportar que alguien descubriera lo de los Potter. La señora Potter era hermana de la señora Dursley, pero no se veían desde hacía años; de hecho, la señora Dursley simulaba que no tenía una hermana, porque su hermana y su marido, un inservible, eran todo lo contrario a los Dursley. Los Dursley se estremecían al pensar en lo que dirían los vecinos si los Potter aparecieran en la vereda. Los Dursley sabían que los Potter también tenían un hijo pequeño, pero nunca lo habían visto. Ese niño era otra buena razón para mantener alejados a los Potter: no querían que Dudley se juntara con un niño como ese."
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte → Capítulo I: El ascenso del Señor de las Tinieblas
"En un estrecho sendero bañado por la luna, dos hombres aparecieron de la nada a escasos metros de distancia. Permanecieron inmóviles un instante, apuntándose mutuamente al pecho con sus respectivas varitas mágicas, hasta reconocerse. Entonces, las guardaron bajo las capas y comenzaron a caminar con paso enérgico en la misma dirección.
_ ¿Buenas noticias? _ preguntó el de mayor estatura.
_ Excelentes _ replicó Severus Snape.
El lado izquierdo del sendero estaba bordeado por unas zarzas silvestres no muy crecidas, y el derecho, por un seto alto y muy cuidado. Al caminar, los dos hombres hacían ondear las largas capas alrededor de los tobillos.
_ Temía llegar tarde _ dijo Yaxley, cuyas burdas facciones dejaban verse a intervalos cuando las ramas de los árboles tapaban la luz de la luna. _ Resultó un poco más complicado de lo que esperaba, pero confío en que él estará satisfecho. Pareces convencido de que te recibirá bien, ¿no?
Snape asintió, pero no dio explicaciones. Giraron a la derecha y tomaron un ancho camino que partía el sendero. El alto seto describía también una curva y se prolongaba al otro lado de la impresionante verja de hierro forjado que cerraba el paso. Ninguno de los dos individuos se detuvo; sin mediar palabra, ambos levantaron el brazo izquierdo, como si saludaran, y atravesaron la verja igual que si las oscuras barras metálicas fueran de humo."
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